TECNOLOGIA Y SOCIEDAD

Es evidente que el desarrollo de la tecnología, especialmente en el campo de las comunicaciones, ha generado una nueva serie de hábitos y costumbres en la vida cotidiana de las personas; desde la forma de informarse hasta la manera de comunicarse con amigos y familiares, pasando por las relaciones laborales. Pero desafortunadamente el desarrollo tecnológico no llega por igual a todo el mundo, obviamente quienes están en los centros urbanos y tienen mejores condiciones económicas tienen un acceso más rápido que aquellos cuyas condiciones económicas o socioculturales son más precarias o están lejos de la urbe. Esta no es una preocupación propia de los ingenieros de sistemas y ni siquiera de sociólogos o profesionales de las ciencias sociales quienes hasta hoy han aprovechado muy poco el desarrollo tecnológico en beneficio de la profesión.

En el caso de los ingenieros, casi siempre el centro de sus preocupaciones esta en la innovación tecnológica “per se”, en la búsqueda de nuevos usos o la simplificación de procesos para hacer más eficiente o práctico algún aparato o herramienta. Por esa razón, es muy grato que en medio de ese vasto mundo de la computación, los video juegos, los móviles, las aplicaciones web y mucho más, encontrar a una persona que habiendo alcanzado en el mundo académico lo que para los escaladores es el everest, tenga en el centro de su preocupación la idea de que los avances en ciencia y tecnología no acrecienten la brecha entre ricos y pobres, sino que sean un elemento clave del Desarrollo y el fortalecimiento de la Democracia Participativa. Esa persona es el Ingeniero Eduardo Carrillo Zambrano.

Eduardo Carrillo no solo es doctor en tecnologías de información, computación y comunicaciones, sino que tiene mención de doctorado europeo, un titulo que se da a quien hace el doctorado en un país europeo y que es evaluado por un jurado conformado por personas que son de un país diferente de donde se hizo la tesis, que además debe estar redactada en un idioma diferente al original del país donde se hizo el doctorado. Hoy él es el único profesional, que vive y trabaja en Santander, con la distinción de doctorado europeo.

Allí desde el laboratorio de computo especializado de la UNAB, el ingeniero Carrillo dirigió, exitosamente, el desarrollo del Cuarto Congreso Colombiano de Computación, el evento más importante en tecnología para Bucaramanga y Santander, donde se dio la oportunidad a los empresarios de exponer, ver la oferta de empresas de base tecnológica que existe en el país y de interactuar con la academia; a su vez los académicos tuvieron la oportunidad de actualizarse al más alto nivel y de conocer la experiencia de Cesar Muñoz, Colombiano que investiga en la NASA. En el marco de este magno evento el Ingeniero Eduardo Carrillo fue nombrado Presidente de la Sociedad Colombiana de Computación, un reconocimiento a su trabajo ejemplar como científico, docente e investigador.

Por esta razón, desde esta columna me uno a la exaltación de este santandereano que desde la cumbre de la formación académica ha coadyuvado a la creación de grupos de investigación interdisciplinarios y a la formación de jóvenes ingenieros que hoy están en la punta del desarrollo en investigación e innovación tecnológica. Pero además me uno a su preocupación permanente por encontrar caminos que posibiliten la concreción de aquellas ideas que permitirán la creación de mecanismos y herramientas concretas que le ayudaran a la gente, la más pobre y vulnerable, a mejor su calidad de vida.

Reitero mis felicitaciones al doctor Eduardo Carrillo Zambrano, por ser un ejemplo para las nuevas generaciones de ingenieros y felicitaciones a la UNAB por reconocer la jerarquía de nuestros talentos.

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