LA PLATA O LA VIDA

Qué es más importante: ¿la plata o la vida? Sin duda la gran mayoría de personas no dudarían en responder que la vida. ¿Pero cuál vida, la de uno, o la vida en general, o de manera particular, la vida humana? Varios ejemplos dan cuenta de que en esta sociedad, la vida no es lo más importante, veamos:

- Los sicarios, que se ganan la vida, y sostienen a su familia, quitándole la vida a otros.
- Los políticos o funcionarios corruptos, que cobran comisiones o se roban la plata, para mejorar su calidad de vida, en detrimento de la vida de los más pobres, que se quedan sin salud, vivienda, nutrición, empleo, recreación, educación, entre otros.
- Los guerrilleros, paramilitares o narcotraficantes, que acaban con la vida de otros, para promover o defender un estilo de vida (el de ellos)
- Los asaltantes que intimidan de muerte para quedarse con un botín.
- Los asaltados que prefiere defender su botín a expensas de su propia vida.

Pero el caso más evidente esta en la propia estructura social, por ejemplo:

Alias Karina ‘la guerrillera más cruel de las Farc’, que asesinó brutalmente, secuestró, amenazó y desplazó a miles de colombianos, solo paga ocho años de cárcel; y además fue distinguida como gestora de paz, un ‘cargo’ que le permite andar libremente como Pedro por su casa. Por otro lado un vil ladrón como David Murcia Guzmán, cerebro de la pirámide DMG, acusado de lavado de activos y captación ilegal de dinero, fue sentenciado a 30 años de cárcel y será extraditado a los Estados Unidos donde, sin duda, le impondrán penas mayores.

¿Acaso el delito de Murcia es mucho mayor que el de la guerrillera? ¿Acaso la estafa es peor que quitar la vida? Pues en la lógica de una sociedad donde prima el amor al dinero por encima del amor al prójimo (aun cuando todos se llaman cristianos) la respuesta es SI. Y lo comprobamos también con las ridículas penas que les impusieron a los llamados paramilitares que, sin sonrojarse, confiesan masacres de mil o dos mil personas (claro que el país tampoco se sonroja). Aclaro, No digo que a Murcia le deban imponer una pena menor, digo que a los terroristas y asesinos les deben imponer penas mayores.

Claro que el tema no es un asunto exclusivo de los colombianos, es parte de la fiebre neoliberal que abraza el mundo. Por eso cumbres como la recién de Copenhague, dejan como conclusión que no se puede hacer nada para salvar la vida del Planeta si eso implica una disminución de ganancias para las Empresas y Estados cuyas fábricas son las que generan mayor contaminación.
Definitivamente parece ser que a la pregunta por la plata o la vida, el sentido común nos mueve hacia la vida, pero el sentido práctico nos impone la plata.

Punto Aparte: 1) Repudio a las Farc por el crimen cobarde del gobernador del Caquetá, Luis Francisco Cuellar. 2) A todos mis lectores una FELIZ NAVIDAD y Buena Vida para el 2010.

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